Frostborn es un RPG en tercera persona ambientado en un mundo de fantasía medieval abiertamente inspirado en Skyrim, llamado Ingard. Al principio nuestro único objetivo será sobrevivir al frío y el hambre, recogiendo piedras, palos, bayas y otros elementos sencillos. Poco a poco, sin embargo, tendremos que ir luchando por hacernos un hueco en este enorme mundo de hielo.
Uno de los aspectos más importantes de Frostborn, como ocurre en todos los títulos del estilo Last Day on Earth, es la recolección de objetos. Podremos recoger cientos de objetos distintos: cáñamo, roca, hierro, bronce, carne, pieles, madera... Y por supuesto, podremos utilizar todos estos elementos para construir otros objetos, como lanzas, picos, hachas, cofres, mochilas, mesas de trabajo, etcétera.
El mundo de Frostborn es enorme. Aunque nuestra aventura comience en una zona relativamente pequeña, en la que podremos construir nuestro hogar, también podremos salir al mapa general y explorar nuevas regiones. Eso sí, tendremos que tener mucho cuidado cuando exploremos, ya que hay zonas que pueden llegar a ser mortales si no tenemos cuidado con los enemigos que habitan en ellas.
Frostborn es un RPG excelente, que pese a tener un mundo persistente compartido con otros jugadores, nos permitirá jugar tranquilamente a nuestro propio ritmo. Podremos jugar prácticamente en solitario si queremos, pero también podremos luchar contra otros jugadores en modo PVP, o compartir toda nuestra aventura con hasta otros tres jugadores en la aventura cooperativa.